Cada noche doy un largo paseo hasta la orilla del mar. Allí ante la calma y la quietud absoluta del océano miró profundamente hacia el infinito. No espero ver nada, nunca veo nada, solo oscuridad profunda e inescrutable. En ese momento sufro terror, puro terror que hace caer una gota fría por mi espalda y lloro.
El sentimiento que siento yo cada noche creo que debe ser lo más parecido a la soledad absoluta que podemos encontrar. Encontrarte en un lugar oscuro, rodeado de negrura que se extiende por todo, el vació absoluto...
Creo que es debido a sentimiento así que los seres humanos deseamos tener a alguien cerca siempre, por ese motivo somos una especia incapaz de sobrevivir por si misma en soledad.
En tú ciudad hay dos millones de personas, y la gente no se mira a la cara al andar...
¿Que diferencia podría establecer entre todas aquellas personas sin calor y la perturbadora visión de la nada absoluta?
Cada día repito, vuelvo al lugar. No se porque, verdaderamente siento miedo cuando noto el roze del agua en mis pies descalzos y no alcanzo ni a ver el agua ante mi.
Supongo que como todo naufrago espero encontrar donde dejar caer mi cuerpo inherte en companya de otros seres que sientan como yo.
(Es una historia con continuación, procurare poner un fragmento por noche, si algun día fallo ruego me disculpeís. Gracias a todos los que leais esto, pero precisamente leerlo.)
lunes, 17 de enero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Un lugar todavia más oscuro es pasar la noche en un bosque profundo y apartado de la civilización. Ahí hay tanto silencio que puedes escuchar el latido de tu corazón y el ir y venir de los pulmones. Hasta puedes sentir que te fundes con la negrura y el vacio, que pierdes quien eres y solo te queda esperar en medio de la nada.
ResponderEliminarMi opinión acerca del miedo es la misma que la del amor: necesitamos sentir emociones así para mantenernos despiertos, activos y vivos emocionalmente.